Negligencia médica por torsión testicular y ovárica

En el caso de la torsión testicular, la negligencia puede presentarse si no se reconocen síntomas como dolor testicular intenso y repentino, inflamación, náuseas o cambios en el color de la piel del escroto. Ignorar estos signos o atribuirlos a otras condiciones menos graves, como infecciones, puede retrasar el diagnóstico. Este tipo de torsión es más común en adolescentes y adultos jóvenes, y una demora en el tratamiento quirúrgico dentro de las primeras 6 horas puede provocar daño irreversible o la pérdida del testículo.

En la torsión ovárica, la negligencia ocurre cuando no se diagnostican adecuadamente síntomas como dolor abdominal agudo, náuseas, vómitos o sensibilidad en la pelvis, especialmente en mujeres con factores de riesgo como quistes ováricos grandes o antecedentes de torsión previa. Si no se realiza una evaluación adecuada, que puede incluir ultrasonidos con Doppler para evaluar el flujo sanguíneo al ovario, el diagnóstico puede retrasarse, aumentando el riesgo de necrosis ovárica y afectando la fertilidad de la paciente.

Según la Sociedad Española de Urología y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, el cumplimiento de los protocolos de atención es crucial para minimizar el riesgo de complicaciones (SEGO, 2020). Por ello, ante cualquier sospecha de torsión, el médico debe realizar una exploración diagnóstica efectiva y rápida que permita resolver el problema de inmediato. La demora en la realización de pruebas necesarias o la confusión diagnóstica con otras patologías son las causas más comunes de negligencias en estos casos que pueden provocar la pérdida irreversible del testículo o del ovario afectado.

Torsión Testicular

La torsión testicular, o torsión del cordón espermático, es una emergencia urológica que requiere atención médica inmediata. Esta condición se caracteriza por la rotación del testículo, lo que puede interrumpir el flujo sanguíneo, provocando isquemia y potencialmente llevando a la necrosis irreversible en menos de seis horas. Según la literatura médica, el tratamiento rápido es esencial para evitar la pérdida del testículo (Schoenfeld et al., 2015).

Síntomas y Diagnóstico:

Los síntomas de la torsión testicular incluyen:

• Dolor intenso y repentino en el escroto

• Inflamación escrotal

• Dolor abdominal

• Náuseas y vómitos

El diagnóstico se realiza a través de una combinación de evaluación clínica y estudios de imagen, como la ecografía Doppler, que permite evaluar el flujo sanguíneo al testículo afectado (Eisenberg et al., 2017).

Tratamiento:

El tratamiento habitual es quirúrgico, y generalmente implica la orquidopexia, donde el testículo se reposiciona y se asegura en su lugar para prevenir futuras torsiones. La intervención rápida es crucial; si se realiza en las primeras seis horas, las tasas de salvamento del testículo pueden ser superiores al 90% (Schoenfeld et al., 2015).

Torsión Ovárica

La torsión ovárica se produce cuando el ovario gira sobre su pedículo vascular, lo que puede llevar a isquemia y daño irreversible. Aunque es una complicación ginecológica poco común, puede ocurrir en cualquier etapa de la vida reproductiva de una mujer, desde la adolescencia hasta la menopausia.

Síntomas y Diagnóstico

Los síntomas de la torsión ovárica incluyen:

• Dolor abdominal súbito e intenso

• Náuseas y vómitos

• Alteraciones en la menstruación: En algunos casos, puede haber retraso menstrual o sangrado anormal.

• Malestar general: Puede presentarse como fiebre o sensación de debilidad.

El diagnóstico se puede confirmar mediante ecografía transvaginal con Doppler, que puede ayudar a visualizar la falta de flujo sanguíneo al ovario (Papp et al., 2016).

Tratamiento

Detorsión quirúrgica: El tratamiento generalmente implica cirugía para reposicionar el ovario y detener la torsión. En algunos casos, se puede realizar cirugía laparoscópica, una técnica menos invasiva, aunque en ocasiones puede ser necesaria una cirugía abierta (Wright et al., 2018).

Anexectomía: Si el ovario ha sufrido daño irreversible, puede ser necesario extirparlo. Sin embargo, se debe considerar la preservación del ovario siempre que sea posible.

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Desafortunadamente, las negligencias médicas en la atención a las torsiones testiculares y ováricas son comunes y se han convertido en uno de los motivos más comunes de reclamación en el ámbito sanitario. Por ello, si ha sido víctima de una negligencia médica relacionada con una torsión testicular o torsión ovárica, es esencial buscar asesoramiento legal de abogados especialistas en la materia, con el conocimiento y la experiencia necesarios para evaluar su caso y orientarlo sobre las mejores opciones legales para obtener una indemnización.

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