Muere en lista de espera durante año y medio para operarse de corazón
Una mujer diagnosticada con una grave dolencia cardíaca falleció tras pasar más de un año y medio esperando una intervención quirúrgica que podría haberle salvado la vida. El suceso ocurrió en el Hospital Virgen de las Nieves, donde, pese a su deteriorado estado, su cirugía fue pospuesta debido a obras en el quirófano. Este caso revela las trágicas consecuencias de los prolongados tiempos de espera en el sistema sanitario público.
Un caso que no debería haber ocurrido
Según Castillo-Calvín, abogados de la familia especialistas en Derecho Sanitario, la resolución de la Administración concluye que la intervención debió realizarse mucho antes, dadas las circunstancias críticas de la paciente. En lugar de ello, la demora resultó fatal. El caso demuestra que en enfermedades coronarias, el tiempo es un factor decisivo y que una intervención oportuna es fundamental para evitar desenlaces fatales.
La paciente fue diagnosticada con una grave patología cardíaca, y, pese a la urgencia de su estado, su intervención fue programada para año y medio después del diagnóstico inicial. Durante este periodo, su salud se deterioró rápidamente, y fue ingresada en el hospital poco antes de la fecha prevista para la operación. Sin embargo, su condición no fue considerada como una "urgencia extrema" por el equipo médico, lo que provocó que su cirugía fuese aplazada una vez más debido a obras en el quirófano.
Falta de coordinación y errores sistemáticos
El informe del Departamento de Medicina Legal y Forense de la Facultad de Medicina es contundente: la muerte de esta mujer fue consecuencia de un fallo en el sistema sanitario. La paciente fue incluida en una lista de espera a pesar de que sus síntomas ya indicaban una situación crítica que requería atención inmediata. Este retraso en la intervención, incluso de tan solo unos días, resultó letal.
Esta trágica muerte expone serias deficiencias en el sistema sanitario, incluyendo la falta de medidas terapéuticas acordes a la gravedad del caso, una alarmante carencia de medios y una descoordinación evidente entre los servicios de Medicina Interna y Cardiología. “Se repitieron pruebas en lugar de tomar medidas eficaces”, señaló Castillo-Calvín, evidenciando una falta de actuación adecuada por parte del equipo médico.
Las listas de espera: una problemática en el sistema sanitario
El problema de las listas de espera en la sanidad pública no es nuevo y afecta a miles de pacientes que, como esta mujer, se ven obligados a esperar semanas, meses e incluso años para recibir tratamientos o intervenciones necesarias. Las listas de espera suelen ser el resultado de la falta de recursos, ya sean médicos, quirófanos o personal sanitario, lo que lleva a que la demanda supere a la capacidad de atención del sistema. Este retraso puede ser especialmente peligroso en pacientes con patologías graves o progresivas, que necesitan una intervención inmediata para evitar que su salud empeore de forma irreversible.
En el ámbito de las enfermedades cardiovasculares, el tiempo de espera se convierte en un factor crítico. Un paciente que necesite una intervención cardiaca tiene una esperanza de vida y una calidad de vida que dependen directamente de la rapidez con la que se le atienda. En el caso de la paciente, la espera de más de un año fue mortal, evidenciando cómo el retraso en la atención médica no solo afecta la salud del paciente, sino que puede costarle la vida.
La saturación de los servicios de salud, especialmente en determinadas especialidades como Cardiología, genera un efecto en cadena que termina afectando tanto a los pacientes como a los propios profesionales, quienes deben trabajar en un entorno de presión constante. La gestión eficaz de estas listas, con criterios que prioricen los casos en función de su gravedad, es esencial para evitar situaciones como esta, en la que un retraso innecesario condujo a un desenlace fatal.
Una lucha de años para obtener justicia
Desde la muerte de la paciente hasta que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) reconociera su responsabilidad han pasado años. En su resolución, el SAS admite que la atención sanitaria prestada a la paciente no fue la adecuada y que la muerte podría haberse evitado si se hubieran gestionado con mayor celeridad sus antecedentes clínicos y se hubiera actuado de forma coordinada ante la gravedad de su estado.
Como resultado, el SAS ha determinado indemnizar a la familia con una cuantía de 100.000 euros, a repartir entre el viudo y los hijos de la fallecida. No obstante, el abogado Castillo-Calvín ha anunciado que la familia ha decidido recurrir esta resolución, ya que considera insuficiente la indemnización acordada frente a los daños causados.
El coste humano y económico de los retrasos en la sanidad pública
Este caso es un claro ejemplo de cómo los largos tiempos de espera en la sanidad pública pueden tener consecuencias devastadoras para los pacientes y sus familias. La pérdida de esta mujer no solo representa un coste humano incalculable, sino que también implica un coste económico para el sistema de salud, que ahora debe compensar a sus familiares por los errores cometidos. Este tipo de casos ponen en evidencia la urgente necesidad de mejorar los tiempos de respuesta en el sistema sanitario y de establecer protocolos más efectivos para gestionar situaciones de urgencia.
La lucha de la familia continúa y representa un recordatorio para el sistema sanitario de la importancia de brindar una atención médica adecuada y oportuna, especialmente en casos en los que la vida de los pacientes está en juego.
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